De mi libro Olvidos de vigilia, el poema La ventana de mi infancia:

La edad se desprende del cuerpo

y se queda atrás,

en la pendiente de la vida.

Me pongo de pie

y me dejo llevar

a través de la ventana de la infancia.

Uniendo sueños me instalo en mi vieja alcoba,

envuelta en recuerdos amargos

y con el latido veloz de promesas no cumplidas.